Las mañanas otoñales en los viñedos de Orvieto Classico se ven envueltas en densas nieblas que se alzan sobre el Lago de Corbara, creando un espectáculo natural único. En estas condiciones microclimáticas singulares, se desarrolla un fenómeno raro y preciado: Botrytis Cinerea, un hongo microscópico capaz de transformarse en “Podredumbre Noble” (Muffa Nobile), siempre y cuando haya una alternancia perfecta entre la humedad nocturna y matinal y un clima cálido y ventilado por la tarde. Este equilibrio, garantizado solo en muy pocos territorios del mundo, hace que nuestro Orvieto Classico sea único a nivel internacional.
La Podredumbre Noble, mediante orificios microscópicos en la piel de las bayas, provoca una deshidratación paulatina de la fruta, concentrando los azúcares, la acidez y los compuestos aromáticos. El resultado es una materia prima extraordinaria, que da lugar a mostos densos, llenos de aromas intensos y complejos, con un equilibrio único entre dulzor y frescura.
La vendimia de las uvas atacadas por la Podredumbre Noble es extremadamente delicada, llevada a cabo íntegramente a mano y en varias pasadas. Nuestros operarios, con gran habilidad y experiencia, seleccionan uno a uno los racimos que presenten el nivel óptimo de botrytización, dejando madurar aún más los que no estén listos. Se requieren entre tres y seis vendimias sucesivas, de octubre a diciembre, para recoger cada racimo en el momento justo. La fermentación de estos mostos botritizados es un proceso lento y controlado, que puede durar varias semanas. Este tiempo prolongado permite desarrollar la riqueza aromática y gustativa que caracteriza a nuestros vinos. La fermentación se detiene de forma natural, dejando un resto de azúcar que aporta suavidad y profundidad.
Este cuidado artesanal permite obtener mostos de calidad excepcional, donde la alta concentración de azúcares se equilibra con la acidez, garantizando vinos de gran longevidad y una extraordinaria complejidad organoléptica.
Los vinos botritizados de nuestra bodega destacan por un bouquet aromático inigualable, donde notas de albaricoque seco, miel de acacia, azafrán, higo seco y un toque de piel de cítricos confitada se entrelazan con una elegante frescura mineral. En el paladar ofrecen una persistencia extraordinaria, con un dulzor equilibrado por una viva acidez, lo que los hace perfectos para acompañar quesos azules, postres a base de crema o para disfrutarlos en momentos de meditación.
La producción de vinos botritizados es para nosotros motivo de orgullo y representa el vínculo indisoluble con nuestro territorio. Es un proceso que une tradición, innovación y maestría artesanal, proyectándonos hacia el futuro sin perder de vista nuestras raíces. Nuestros vinos siguen cautivando paladares de todo el mundo, confirmando al Orvieto Classico como uno de los territorios más prestigiosos para la Podredumbre Noble.